Historia, descripción, restauración, actualidad.
A lo largo del siglo XIX se construye la espadaña actual, colocándose la campana en 1891. Coincidiendo con la colocación de la campana se reduce la dimensión de la ventana de la fachada principal.
Se ha discutido bastante sobre la advocación de la ermita, su finalidad y su uso. Erróneamente algunos historiadores como el profesor Garin, señalan que esta ermita nunca tuvo culto y que estaba dedicada a San Antonio. Contradicciones en las que cayo este estudioso de las ermitas valencianas al acudir a las encuestas orales como Ánica fuente de su investigación. Sabemos que estaba dedicada a alguna advocación Mariana o a alguno de los misterios de la Pasión y que se utilizaba para señalados actos en Semana Santa y en las fiestas del Cristo en agosto.
La inscripción de la campana de 1891, rescatada por la Asociación de Amigos de la Ermita de Sumacàrcer y devuelta hoy a la espadaña de la ermita: Santa María, ora pro nobis.1891, lo confirma, así como la importante devoción desde el s. XVII a la Virgen del Rosario. Dicha advocación presidía un altar lateral en la iglesia parroquial, constituyéndose en 1679 una cofradía. Sin embargo el testimonio de una hornacina ya perdida en la calle del Calvario con la Mare de dels Dolors o la presencia de la ermita en los grabados del Cristo, imagen cuya medida coincide con la hornacina de la ermita, parecen proponer otras advocaciones. De hecho hemos documentado como a principios del s. XIX la posible división del pueblo entre personas que querían subir la imagen del Cristo desde su capilla a la ermita y otras que se oponían a hacerlo, conllevó una cierta polémica y el abandono progresivo del edificio. Lo contrario ocurrió en otras ermitas de los pueblos vecinos (Antella, Navarrés...), donde al subir las imágenes de los Cristos a los ermitorios, los convirtieron por una parte en centros de religiosidad local y por otra destruyeron las estructuras antiguas interesantes al renovar totalmente cada uno de estos edificios.Nuestra ermita parece haberse restaurado en parte y modificado en alguna de sus estructuras a finales del s. XIX y primeros del XX, momento en el que reiteradamente funcionó como hospital coincidiendo con el calera y otras epidemias, como albergue de transeúntes y como refugio en momento de inundaciones.
Se conservan igualmente restos del Vía Crucis y estaciones que comenzaban en la misma calle del Calvario y que con la ayuda de diversas entidades y familias del municipio se han comenzado a recuperar. Se trata de una ermita peculiar por su fábrica, poco frecuente en el Ámbito rural excepción hecha de ciudades como Xátiva o núcleos de población mayor, ya que no es la típica ermita de construcción popular. Presenta un dominio del lenguaje arquitectónico culto, canon clásico y academicista, lo que la convierte en un edificio de interés histórico-artístico y arquitectónico más allá del Ámbito local. El dominio en la construcción del ladrillo se conjuga con una decoración clásica interior de escayola, entre la que destacan restos de lo que fue una elegante cornisa decorada posiblemente con triglifos y metopas. Dos pechinas enmarcan el presbiterio conectando la bóveda del cuarto de esfera con el resto del paramento: techumbre de bóveda de cañón con lunetos para las cuatro ventanas y restos de un posible coro elevado. En la fachada destaca la espadaña con hueco para campana y rematada por una cruz metálica que todavía conserva.

- Edificio y paraje inventariado por la Dirección General de Patrimonio Artístico de la Conselleria de Cultura, Educación i Ciencia de la Generalitat Valenciana en el inventario de Yacimientos arqueológicos e inmuebles de la Comunidad Valenciana.
- Paraje calificado por la Dirección General de Medio Ambiente como de interés natural.
- Catalogado en las Normas Subsidiarias de Planeamiento Municipal de este municipio, aprobadas por la Comisión Territorial de Urbanismo en fecha de 1 de junio de 1987, como edificio objeto de protección y de interés arquitectónico e histórico-artístico local.
- Ubicado por las anteriores normas en el sistema general de espacios libres: Jardín público y zona verde.
Dicha ermita y paraje se encuentra también dentro de un posible itinerario turístico a potenciar a caballo entre la Canal de Navarrés y la Ribera, que incluiría el propio municipio, sus edificios relevantes (iglesia, palacio de los Crespí de Valldaura) y los propios márgenes del rio Xúquer, asi como otros puntos de interés: fuente de la Teja y entornos, destacados ya en el s. XVIII por Cavanilles, pantanos de Tous y Escalona y azudes de Escalona y Antella, y que tendría en el enclave concreto de la misma una parada obligatoria donde disfrutar de los valores del edificio, de la vista panorámica y de otras posibilidades de ocio.
El edificio y entorno, propiedad de la parroquia de San Antonio Abad y San Nicolás de Bari, ocupan una superficie de 546 m2. La situación de la ermita hasta 1995 llevo a constituirse dicho año una asociación con el objetivo de evitar su desplome y conseguir su restauración, metas sólo en parte conseguidas.
La Asociación de Amics de l'Ermita de Sumacàrcer , inscrita con el nº 7222 del registro de asociaciones, sección primera del registro provincial de Valencia, se constituyó en 28 de enero de 1995, siendo aprobados sus estatutos el 13 de junio del mismo año, tiene como objetivos:

2. Realizar actividades para conseguir fondos con los que evitar la pérdida de este edificio de interés histórico local y proceder progresivamente a su consolidación y restauración.
3. Hacer cuantas gestiones sean necesarias con instituciones públicas y privadas para conseguir ayudas económicas, técnicas y científicas para llevar a cabo tal recuperación.
4. Evitar abusos cometidos y por cometer en el edificio de la ermita y su entorno, así como denunciar los aspectos negativos que se observen. Así mismo, velar porque las actuaciones sobre la ermita y su entorno tengan el carácter científico y rigor histórico que se merecen.
5. Proceder a la recuperación y restauración del edificio y a la habilitación de su entorno.
6. Promocionar y fomentar, una vez restaurado el edificio, su uso cultural, su mantenimiento y la recuperación de sus funciones litúrgicas y religiosas tradicionales.
7. Poner en práctica cualquier empresa que, además de las indicadas, crea oportuna la asociación para conseguir sus fines.
